¿Alguna vez has entrado en una habitación y sentido una atmósfera pesada, a pesar de estar físicamente limpia? Nuestras casas no solo acumulan polvo, también pueden absorber y retener energías de discusiones, estrés, enfermedades o simplemente el ajetreo diario. Realizar una limpieza energética es tan importante como la física para mantener un ambiente armonioso y positivo. Hoy te explico cómo hacerlo de forma sencilla con elementos que probablemente ya tienes en casa.
El Poder del Trapo Blanco y el Amoniaco
Aunque el amoniaco es un producto de limpieza potente y se debe usar con precaución, su acción va más allá de lo superficial. En el ámbito energético, el amoniaco es conocido por su capacidad de disolver y neutralizar energías densas y estancadas. Combinado con un trapo blanco, que simboliza la pureza y la nueva energía, se convierte en una herramienta eficaz para una limpieza profunda.
Cómo usarlo:
- Ventila bien: Abre todas las ventanas y puertas antes de empezar. Es crucial que las energías que se liberen puedan salir.
- Prepara tu mezcla: En un cubo con agua, añade un chorrito de amoniaco. No necesitas mucho; lo importante es su intención y efecto. Usa guantes y evita inhalar directamente el vapor.
- Visualiza: Mientras mojas el trapo blanco en la mezcla, concéntrate en tu intención. Visualiza cómo cada pasada que das con el trapo arrastra consigo cualquier energía negativa, pesadez o vibración indeseada de las superficies.
- Limpia de arriba hacia abajo: Empieza limpiando estantes, mesas y otras superficies. Luego, pasa al suelo. Concéntrate en las esquinas y los rincones, ya que son lugares donde la energía tiende a estancarse. No es necesario que muevas los muebles, para realizar este paso. Solamente aquellos rincones y esquinas que sean de fácil acceso y se vean.
- Deshazte del agua: Una vez terminada la limpieza, tira el agua sucia por el inodoro y enjuaga bien el cubo y el trapo. Esto simboliza la eliminación de las energías negativas de tu hogar.
Beneficios: Sentirás una ligereza inmediata en el ambiente. El aire parecerá más claro y la sensación general de tu hogar será de mayor armonía y frescura.
Vinagre: El Gran Purificador Energético para tus Suelos
El vinagre blanco es un superhéroe de la limpieza, y no solo por sus propiedades desinfectantes. A nivel energético, es un potente neutralizador de malas vibraciones y un excelente purificador. Fregar el suelo con vinagre es un ritual ancestral usado en muchas culturas para alejar las energías negativas y atraer la buena fortuna.
Cómo usarlo:
- Prepara la solución: En un cubo de agua, añade una buena cantidad de vinagre blanco (aproximadamente una taza o dos, dependiendo de la cantidad de agua). También puedes añadir unas gotas de tu aceite esencial favorito (como lavanda o limón) para un aroma más agradable y para potenciar la sensación de frescura.
- Intenciona: Al igual que con el amoniaco, la intención es clave. Mientras mojas tu fregona o trapo en la mezcla, concéntrate en tu objetivo: liberar la casa de cualquier energía estancada, discordia o negatividad. Visualiza cómo el vinagre absorbe y disuelve todo lo que no te sirve.
- Friega desde el fondo hacia la salida: Comienza a fregar el suelo desde las habitaciones más lejanas de la puerta de entrada de tu casa, avanzando hacia la puerta principal. Al hacerlo, estás «barriendo» o empujando las energías no deseadas hacia afuera. Presta especial atención a las zonas de mucho tránsito y a las entradas.
- Deja secar al aire: Permite que el suelo se seque al aire para que la energía del vinagre actúe completamente.
- Deshazte del agua: Tira el agua sucia por el desagüe o el inodoro. Puedes incluso pronunciar una frase como «Libero de mi hogar toda energía que no me pertenece» mientras lo haces.
Consejos Adicionales para una Limpieza Energética Completa
Beneficios: Fregar con vinagre ayuda a romper ciclos negativos, atraer la prosperidad y crear un ambiente de paz y calma. Muchas personas reportan sentir la casa más «limpia» no solo físicamente, sino también a nivel vibracional. Es especialmente útil después de visitas con energías densas, discusiones o periodos de estrés.

- Ventila a diario: Mantener las ventanas abiertas, aunque sea por unos minutos, permite que el aire fresco circule y que las energías estancadas no se acumulen.
- Orden y desapego: Un hogar ordenado y libre de objetos que ya no usas o que te traen malos recuerdos es un imán para la buena energía. Deshazte de lo que no resuena contigo.
- Sonidos y aromas: Usa campanas tibetanas, cuencos, música relajante o incienso (salvia blanca, palo santo) para purificar el ambiente después de la limpieza.
- Plantas: Las plantas vivas purifican el aire y elevan la vibración de tu hogar.
Al integrar estos sencillos rituales en tu rutina de limpieza, no solo tendrás un hogar impecable, sino también un santuario de paz, armonía y bienestar. ¡Tu casa es tu refugio, asegúrate de que su energía te eleve!
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